martes, 22 de febrero de 2011

¿RINDEN MÁS L@S DEPORTISTAS EN LA CAMA?

La palabra deportista lleva implícita una serie de características que nos llevan a relacionar la simple palabra con valores como pueden ser resistencia, fuerza, entrega, competitividad, orgullo, cuerpo trabajado, dinero, fama... Así como, la conjugación que de manera subliminal une el erotismo y deporte, tal y como traté en mi entrada sobre Sporno, nos pueden llevar a pensar que son mejores en la cama que el resto de los mortales.

Existen factores que "a priori" se tienen en cuenta para considerar que deben de rendir más en la cama:

-El ejercicio regular provoca un ligero aumento de los niveles de testosterona, la hormona responsable de los caracteres secundarios masculinos como el desarrollo muscular, la voz grave, el vello corporal y la líbido sexual. Las mujeres tienen niveles de testosterona menores que los hombres. En algunas personas, la práctica de deporte moderado puede aumentar el deseo sexual en hombres y mujeres.

-El sexo es un ejercicio físico que puede llegar a ser vigoroso y extenuante. Como el deporte mejora la resistencia física y la elasticidad de los tejidos por lo que es más probable que una pareja entrenada tenga unas relaciones más gratificantes y divertidas. Una persona que no realice ningún ejercicio no tiene ganas de probar posturas nuevas con su pareja y su vida sexual se puede volver monótona y aburrida. También puede ocurrir lo contrario, parejas poco deportistas se mantienen en forma con sus juegos sexuales mientras que los triatletas están demasiado cansados para divertirse juntos.

-Los deportistas suelen tener un mejor estado físico general, buen entrenamiento cardiovascular, mayor elasticidad, más resistencia física, y un buen equilibrio psíquico. Con el deporte se liberan endorfinas que provocan un estado de relajación y satisfacción muy positivo. La suma de estos factores provoca una persona feliz que se relaciona de una forma sana con el mundo y con su pareja.

Por otro lado, también podemos contar otros que la podrían perjudicar:

-Cuando una persona se excede en las horas e intensidad de sus ejercicios puede sufrir el síndrome de sobreentrenamiento que se caracteriza por un cansancio físico excesivo y astenia general. En consecuencia, el rendimiento disminuye y cualquier ejercicio físico supone un esfuerzo excesivo por lo que es lógico que se pierda el deseo sexual y disminuya la líbido.

-Algunos deportes pueden afectar la vida sexual, el sillín de la bici puede alterar la función eréctil del pene o disminuir la sensibilidad del pene y la vagina en hombres y mujeres. La natación está asociada a infecciones crónicas por la levadura Candida albicans que pueden provocar vaginismo en mujeres y dolor en el coito. Los deportes de fondo disminuyen el porcentaje de grasa corporal y pueden alterar el equilibrio hormonal provocando la bajada de los niveles de testosterona y del deseo sexual.

-No son tan recomendables los deportes de fondo que se practican durante más de dos horas al día (maratón, ciclismo, etc.) ya que producen un gran desgaste físico que puede interferir en la vida sexual, pero si se descansa suficiente y se sigue una buena alimentación no tienen porque afectar en absoluto.

A modo de conclusión, me gustaría destacar que la sexualidad no es un ejercicio, y mucho menos una competencia. Se trata de expresar el impulso que implica la espontaneidad, la curiosidad, el apego, la expresión de afecto, el alejarse de las inhibiciones. Esta sería la base para poder tener sexo satisfactorio y no el estado del cuerpo en sentido estricto.

Lo que sí es cierto es que los atletas, sobre todo los que no son de alto rendimiento, conservarán mucho más tiempo su vida sexual, porque manejan niveles bajos de colesterol y grasas, porque tienen una mejor circulación, porque el corazón está fortalecido, manteniéndose sexualmente activo mucho más tiempo del que los individuos sedentarios.

Por tanto.... ¡Todos a hacer deporte!

Fuentes: Sport Life e Itxaspe

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